¿Es posible viajar Sin Gluten?

planificar viajes sin gluten

Si eres celíaco o tienes sensibilidad al gluten, tienes programado un viaje y no sabes qué hacer: tranquilo. En esta guía encontrarás las respuestas a todas tus preguntas. Probablemente estés ahora mismo con muchas dudas sobre tu nueva realidad: ¿qué puedo comer? ¿Cuáles son los alimentos que llevan gluten? ¿Puedo salir a cenar con mis amigos? Pero, sobre todo, ¿es posible viajar sin gluten?

No te preocupes, no vas a tener que cancelar ningún plan de viaje. Afortunadamente, hoy en día es más fácil poder encontrar alimentos sin gluten por casi todo el mundo. Simplemente vas a tener que cambiar tus hábitos de alimentación. Esto te llevará un poco de tiempo, pero en ningún momento es un impedimento para hacer lo que te gusta.

Cómo viajar Sin Gluten

Muchos viajeros, sobre todo a los que les acaban de diagnosticar la celiaquía, tal vez se hagan esta pregunta: ¿puedo viajar siendo celíaco? Es cierto que al principio puede generar un poco de incertidumbre no saber cómo lo vas a gestionar y qué vas a comer para sobrevivir en los días que vayas a estar fuera de casa. Pero poco a poco aprendes y descubres que no es tan difícil.

Viajar sin gluten es posible. Tan solo tendrás que ser previsor y tener cuidado con lo que comes y dónde lo comes (no todos los sitios te garantizan que la comida esté libre de gluten).

Sin duda, España es uno de los países que mejor variedad de alimentos sin gluten ofrece. La celiaquía es una enfermedad que en muchos países todavía no es muy conocida y, por tanto, están menos familiarizados.

No obstante, también podrás encontrar productos sin gluten en la mayoría de países que visites. Tan solo tendrás que informarte un poco antes de empezar tu viaje o descubrir por tu cuenta en los supermercados de la zona.

Recomendaciones para viajar Sin Gluten

Si has llegado hasta aquí, posiblemente quieras saber cómo planificar tu próximo viaje. A continuación, te cuento los pasos que suelo hacer antes de llegar a mi destino. Coge papel y boli, y apúntate estos consejos que te serán de gran utilidad en tu próxima aventura, ¡empezamos!

1. Investiga sobre el destino

Antes de llegar al lugar de vacaciones, es aconsejable investigar sobre el tipo de cocina de cada destino. No tiene que ser un impedimento para no poder viajar, pero sí que es un factor importante a tener en cuenta. Si haces una búsqueda rápida, encontrarás opciones que se amolden a tu plan de viaje. Asimismo, en este blog podrás encontrar sitios y recomendaciones que personalmente he probado en los destinos a los que he viajado.

Si con tu búsqueda sigues teniendo dudas, puedes acudir a las diferentes asociaciones de celiacos, tanto en tu ciudad o comunidad autónoma de origen como en el lugar de destino, dónde te informarán de todos los restaurantes y establecimientos a los que puedes acudir. Además, te proporcionarán información de cómo es el etiquetado de «Gluten Free».

Es importante hacer hincapié en que los sitios cumplan con la certificación oficial y que conozcan el protocolo de actuación en casos de tener un cliente celiaco, ya que es común encontrarse puestos que venden comida sin gluten, pero en verdad está contaminada por como tratan los alimentos (contaminación cruzada).

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2. Planifica tu viaje con los sitios libres de gluten

Una vez tengas claro dónde puedes desayunar, comer o cenar tan solo tendrás trazar una ruta con estos establecimientos, tiendas y restaurantes para poder comer cuando se te antoje. Si tienes dudas, lo mejor es ponerse en contacto con ellos a través de su página oficial o una vez allí pregunta para poder resolverlas.

Un factor fundamental a tener en cuenta es el horario de los restaurantes, ya que estos pueden distar mucho de los habituales de tu país de origen. No existe un horario estándar universal que nos marque las horas de cada comida, por lo que te puedes encontrar con establecimientos cerrados a horas que en otros lugares se consideran adecuadas. Recuerda que uno de los placeres de viajar es conocer, adaptarse y vivir los pequeños cambios entre culturas.

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3. Selecciona bien el alojamiento

A la hora de escoger un alojamiento, se tienen en cuenta muchas variables: precio, localización, puntuación de otros usuarios y comodidades, entre otros. Además, las personas celiacas tendremos que tener en cuenta un factor clave que es la alimentación. Existen muchos factores a la hora de decantarse por un tipo de alojamiento u otro basándonos en el lugar a visitar y su cultura gastronómica.

Por ejemplo, si el país de destino no tiene una buena gama de productos sin gluten, tu mejor opción es un apartamento con cocina para preparar tus comidas, ya que podrás hacer la compra y revisar personalmente todos los ingredientes de los productos que eches a la cesta de la compra. No obstante, tendrás que tener sumo cuidado con la contaminación cruzada: asegurarte de que cocinas sobre superficies lisas y lavar bien todos los utensilios que vayas a utilizar antes del primer uso.

Si prefieres no cocinar, puedes reservar un hotel con pensión completa o media pensión, eso sí, siempre preguntando antes sobre las opciones sin gluten del buffet o menú (depende del restaurante del hotel) como lo harías en cualquier otro establecimiento de comida. Esta opción elevará tu presupuesto, aunque es la más cómoda y te ahorras tiempo que podrás aprovechar para seguir con tu aventura. Si viajas en familia y quieres descansar es la mejor opción.

Por último, los hostales suelen disponer de cocina para sus huéspedes, pero en este caso y al igual que en el apartamento, tendrás que tener especial cuidado con los utensilios y la contaminación cruzada. Si no te importa compartir habitación con más personas y tu presupuesto es más bajo, puede ser tu mejor aliado.

Todas estas opciones van a quedar a expensas del presupuesto, tipo de viaje o gusto personal de cada uno. Desde mi punto de vista, diría que cualquiera de las tres es buena elección para poder sobrevivir por tu cuenta.

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4. Prepara un «kit de supervivencia»

Este es un pequeño consejo que te doy y que considero fundamental a la hora de viajar. En la maleta o mochila siempre hay espacio para un poco de comida. Nunca sabes cuando puedes tener hambre o puedes necesitar alimentos que a lo mejor no encuentras en el destino. Por ello, puedes prepararte algunos alimentos básicos que te den energía como frutos secos, embutido envasado al vacío, latas de atún o dátiles, entre otros.

Posiblemente, el pan sin gluten es lo más difícil de encontrar en un país extranjero a la hora de hacer la compra. Así que si ya tienes uno que te gusta, ¡llévatelo! Es preferible que sea pan tostado, ya que abulta menos y te durará más tiempo.

Dentro de la Unión Europea no tendrás ningún problema para transportar alimentación, siempre y cuando esté bien envasada y sea reconocible. No obstante, si vas a viajar fuera de la Unión Europea y no conoces las restricciones del país de destino, es aconsejable informarse bien de la comida que puedes llevar, no vaya a ser que todos tus snacks favoritos acaben en la basura del aeropuerto.

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¿Pensabas que no ibas a poder hacer más viajes? Viajar sin gluten es fácil. Como has podido ver, tienes que adaptarte a unos nuevos hábitos, pero en ningún momento, es un impedimento para conocer nuevas culturas y vivir nuevas experiencias.

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